
Miguel ha comentado el problema que tiene Elena con los demás compañeros de trabajo, y han barajado la posibilidad de que se deba a un déficit auditivo porque tampoco consigue atraer su atención y tiene dificultades para comportarse y controlarse de acuerdo con las normas. Esta decisión me parece correcta, ya que antes de reunirse con los padres de la niña y ponerlos en alerta, el educador ha de tener más o menos una idea de lo que le puede ocurrir a Elena.
En la reunión, los padres de la niña le comentan a Miguel que pasan muy poco tiempo con ella debido al trabajo, que sólo la ven por la noche y que durante el día Elena está con su abuela de 80 años. De todas formas, el educador les dice que lo antes posible lleven a la niña al médico para comprobar si las sospechas que tiene son ciertas. Si yo fuese Miguel, podría llegar a pensar que el problema que presenta Elena podría estar relacionado con el poco tiempo que pasa con sus padres; la niña posiblemente quiera llamar la atención de éstos de alguna forma, por lo tanto, habría que cerciorarse si realmente Elena tiene un problema de déficit auditivo o simplemente es por falta de atención por parte de sus padres.
Mientras se confirma si la niña padece este problema, Miguel sí que debería cambiar a la niña de sitio para ver si mejora su atención, ya que el estar más cerca del profesor facilita la audición porque las interferencias son menores. De ninguna manera tendría que castigarle porque lo único que conseguiría con eso, es que Elena prestase menos atención de la que presta. Y, si finalmente se comprueba que la niña padece un déficit auditivo, el retraso en su lenguaje sería la principal causa, por lo que Miguel tendría que dedicarle más tiempo a Elena para que poco a poco fuese adquiriendo vocabulario y tendría que adoptar medidas para facilitar la estancia de la niña en el aula, como por ejemplo colocar a Elena en un lugar en el que tenga contacto visual directo con sus compañeros y compañeras.
En conclusión, pienso que Miguel ha actuado de una forma correcta al comentar a los padres de Elena el problema que tiene la niña y al decirles que la lleven al médico antes de tratarla directamente como una niña con déficit auditivo. Como he dicho anteriormente, creo que no debería castigar a la niña pero tampoco premiarla, ya que si se le premia, probablemente siga con la misma conducta que hasta ahora. Si el médico detecta que la niña tiene dicho problema, Miguel deberá hacer todo lo posible para que Elena se adapte al aula y a sus compañeros lo más pronto posible.

Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada